El conocimiento actual de los cannabinoides en los últimos 16 años ha permitido revalorizar sus efectos terapéuticos. Todos los datos disponibles sugieren una variedad de indicaciones: analgésicos, antieméticos y estimuladores del apetito. En los pacientes con sida o los sometidos a quimioterapia con dolor severo y pérdida de apetito, los cannabinoides ofrecen un espectro de acción que ningún otro fármaco puede conseguir aisladamente. Los datos sobre su efectividad en la espasticidad muscular son débiles pero prometedores. También es prometedor su efecto sobre los trastornos del movimiento, epilepsia y glaucoma. Los efectos terapéuticos están bien establecidos en el caso del THC, principal ingrediente psicoactivo del Cannabis. Sin embargo, está muy lejos de considerarse que fumar marihuana sea una buena terapia. Fumar marihuana permite la inhalación de THC pero también de sustancias peligrosas, como las contenidas en el tabaco. Por tanto, será muy dificil que fumar marihuana sea alguna vez aprobado como terapia.