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  La enfermedad venosa crónica de las extremidades inferiores es el trastorno vascular más común que abarca el espectro completo de signos y síntomas clasificados por el sistema clínico-etiología-anatomía-fisiopatología (CEAP) (CEAP 0 a 6). Los niveles avanzados de enfermedad venosa crónica, denominados colectivamente insuficiencia venosa crónica (es decir, categorías 4 a 6 del CEAP), están asociados con discapacidad crónica, disminución de la calidad de vida y altos costos de atención médica.

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  Los síntomas más comunes de la enfermedad venosa crónica de las extremidades inferiores son malestar en las extremidades (es decir, piernas cansadas y pesadas), dolor e hinchazón de las extremidades. El dolor asociado con la enfermedad venosa suele empeorar al estar de pie o sentado con los pies en declive durante períodos prolongados y mejora con la elevación de las extremidades y la marcha.

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  El signo clínico más común de enfermedad venosa crónica de las extremidades inferiores es la dilatación venosa anormal (es decir telangiectasias, venas reticulares, venas varicosas). Los signos de una enfermedad venosa más avanzada (es decir, insuficiencia venosa crónica) incluyen edema de las extremidades inferiores, pigmentación de la piel, dermatitis/eccema, lipodermatoesclerosis y ulceración.

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  Se utilizan varios sistemas de clasificación para categorizar los trastornos venosos con el sistema clínico-etiologíaanatomía-fisiopatología (CEAP), desarrollado por consenso internacional, el más utilizado para clasificar la enfermedad venosa de las extremidades inferiores en función de los signos clínicos, la etiología, la ubicación anatómica y la fisiopatología.

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  La escala de Villalta es una escala clínica que se utiliza para ayudar a identificar y a clasificar la gravedad de los pacientes que han desarrollado un síndrome postrombótico. Otras escalas utilizadas son VCSS (puntuación de gravedad clínica venosa), puntuación de discapacidad venosa (VDS) y la Escala de REVAS para valorar las varices recurrentes después de la cirugía.