La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que un 24% de la carga mundial de morbilidad y un 23% de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales.

El cambio climático incrementa la desigualdad y la pobreza.

Hay nueve millones de muertes anuales atribuibles a la contaminación, el 92% de ellas en países con rentas bajas y medias.

La contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud en el mundo. Más del 90% de la población mundial vive en lugares donde el aire no es sano para respirar.

La huella climática del sector sanitario equivale al 4,4% de las emisiones globales netas. Si se tratase de un país, sería el 5° mayor emisor del planeta.

Para incorporar la perspectiva en salud planetaria en la consulta podemos: incluir cuestiones de salud medioambiental en la anamnesis, recomendar ejercicio físico en zonas verdes, aconsejar la dieta planetaria, tener en cuenta la huella de carbono a la hora de prescribir y no prescribir inhaladores pMDI.

Para que la perspectiva en salud planetaria se incorpore en mayor medida en las consultas de Atención Primaria y en todas las políticas, es necesaria una mayor vigilancia de la morbimortalidad asociada al cambio climático, así como la elaboración de mapas de riesgo.