La elastografía transitoria es la forma más sencilla y rápida de medir la rigidez hepática. Es una técnica incruenta e indolora, inmediata en los resultados y fácil de realizar en pacientes ambulatorios.

El volumen de tejido evaluado por la elastografía hepática es 100 veces superior al de la biopsia hepática y se relaciona con el grado histológico de fibrosis hepática de acuerdo con la escala METAVIR (F0-F4).

Su fiabilidad diagnóstica es excelente para identificar fibrosis significativa (VPP del 88%) y para descartar la presencia de cirrosis hepática o hipertensión portal (VPN del 97%).

En la enfermedad por hígado graso no alcohólico, la elastografía hepática, especialmente en las consultas de atención primaria, puede ser una herramienta ideal para identificar a los pacientes con fibrosis significativa.

Los aparatos actuales de FibroScan® llevan incorporado, además de la sonda M, la sonda XL para pacientes obesos, así como el CAP, que sirve para cuantificar la grasa, de manera que en una sola exploración permite calcular el contenido de grasa y de fibra.

La elastografía es una prueba coste-efectiva en el cribado de fibrosis hepática en la población general.