Dermatitis seborreica (DS) preesternal. En esta localización, la DS puede presentarse con placas anulares (A) o no anulares (B). En cambio, en la cara no esperamos ver que la DS se presente con placas anulares. Imagen cortesía del Dr. David Garcia.

Dermatitis perioral (periorificial). En la imagen A observamos eritema y descamación en una zona típica de dermatitis seborreica. No obstante, si vemos pústulas o micropústulas en esta localización sospecharemos dermatitis periorificial (B corresponde a imagen de proximidad de A). Imagen cortesía de la Dra. María del Canto de Hoyos.

A) Tiña facial. Observamos un “cordón” eritematoso a nivel cervical que corresponde al borde de la placa. A nivel facial, si vemos placas anulares o cordones (líneas) eritematosos, sospechar tiña. B) Lupus eritematoso cutáneo. En la dermatitis seborreica no esperamos ver placas tan gruesas y de bordes tan bien delimitados. Esta lesión era persistente (meses) y no mejoraba ni siquiera con clobetasol crema.

A) Psoriasis. En la dermatitis seborreica (DS) no esperamos ver placas gruesas bien delimitadas como la de la imagen, ni tampoco descamación muy blanca formando una placa. B) Dermatomiositis. Placa alopécica. Ni la psoriasis ni la DS causan alopecia (zonas sin pelo). Si vemos eritema y/o descamación junto con alopecia, entonces debemos sospechar otros diagnósticos (dermatomiositis o lupus). C) Imagen clínica y de dermatoscopia de un paciente con alopecia cicatricial. En las fases iniciales de las alopecias cicatriciales podemos no ver alopecia (imagen superior), pero la presencia de folículos en penacho (más de 3 pelos que nacen de un mismo orificio) nos ayuda a sospechar el diagnóstico (imagen inferior).

A) Pediculosis capitis. Mujer de 70 años que consulta por picor en cuero cabelludo sin eritema ni descamación. Ni ella ni su médico han sospechado el diagnóstico de pediculosis capitis, ya que no presenta liendres (huevos) ni piojos visibles. Con dermatoscopio observamos una ninfa (piojo inmaduro). Las ninfas son de color claro y miden menos de 1 mm; por este motivo son difíciles de identificar sin dermatoscopio. B) Descamación. Clínicamente la descamación puede confundirse con liendres. C) Las liendres son ovaladas y están pegadas al pelo (cementadas). Cuando el huevo está ocupado por una ninfa, entonces lo vemos de color marrón. D) En cambio, la descamación no tiene forma ovalada, no está pegada al pelo y es de color blanco o amarillo.

A) Tiña capitis. Imagen clínica y dermatoscópica. Descamación y alopecia (imagen superior). El hongo infecta los pelos debilitándolos; por este motivo, con dermatoscopio vemos pelos cortos (rotos), angulados (cuadrado), en forma de “coma” (círculo azul) o “S” (círculo blanco). En dermatitis seborreica podemos ver descamación, pero no alopecia ni ninguno de los pelos que hemos descrito. B) Tiña capitis inicial. Solo vemos descamación, todavía sin alopecia. El pelo angulado en zigzag (cuadrado) nos da la pista sobre el diagnóstico correcto, que se confirmó con cultivo micológico.

A) Dermatitis seborreica. En la dermatoscopia de dermatitis seborreica vemos eritema y/o descamación difusa. En cambio, en las alopecias cicatriciales (B, C, D, E) vemos eritema y/o descamación, pero no difuso, sino centrado en los pelos. Por ejemplo, en la imagen B vemos descamación en la raíz de los pelos, pero no en la piel entre los pelos. En C y D vemos eritema y descamación en la raíz de los pelos, pero no en la piel entre los pelos. En la foto clínica (E) vemos eritema y zonas focales sin pelo (alopécicas). La dermatoscopia D corresponde a este paciente (E). En las alopecias cicatriciales también podemos ver folículos en penacho (D, cuadrado), que en ocasiones puede ser el único signo dermatoscópico (fig. 4 C).

Tratamiento de la dermatitis seborreica del adulto. Escalera de tratamiento (de menor a mayor potencia). En caso de no mejoría, subir de nivel. Si brote moderado-severo, empezar por nivel 2. El tratamiento del brote es ≤ 4 semanas