Puntos para una lectura rápida
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La disfagia es un síntoma frecuente en la población general, puede acompañarse de otros síntomas esofágicos como dolor retroesternal, regurgitación y pirosis.
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Estos síntomas no son específicos y pueden ser la forma de presentación de una patología orgánica o de un trastorno motor esofágico (TME).
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Debe sospecharse un TME, una vez excluidas causas orgánicas mediante gastroscopia y biopsias esofágicas, para no retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
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La manometría esofágica de alta resolución proporciona una mejor caracterización de los TME. Combinada con impedanciometría valora el aclaramiento del bolo sin radiación.
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La clasificación actual de los TME primarios permite unificar los criterios diagnósticos con un enfoque terapéutico.
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Gran parte de los TME son secundarios a otras causas como enfermedades sistémicas, neoplasias, posquirúrgicas o fármacos como los opioides.
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La manometría esofágica ayuda a elegir el tratamiento endoscópico más adecuado en los TME obstructivos, establecer la longitud de la miotomía (POEM), valorar la eficacia terapéutica y la persistencia de síntomas postratamiento.
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La planimetría de impedancia endoluminal (Endoflip®) es una herramienta prometedora para una mejor categorización de los trastornos motores obstructivos.
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Nuevos tratamientos como la POEM están ampliando las posibilidades terapéuticas de la acalasia y otros TME hipercontráctiles y/o espásticos.
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