El signo-guía más útil para sospechar una borreliosis de Lyme es la aparición de un eritema crónico migratorio, centrífugo a la escara de picadura.

Las rickettsiosis ibéricas se pueden presentar en forma de fiebre botonosa mediterránea o de linfangitis rickettsial. La conjunción de exantema palmo-plantar y presencia de escara de picudura (tache noire) sugieren el diagnóstico.

La antibioticoterapia se debe iniciar sin esperar a la confirmación serológica y, en general, de preferencia con un fármaco de acción intracelular (doxiciclina, macrólidos o quinolonas).

La anaplasmosis es una zoonosis peridoméstica esporádica diagnosticada en personas que refieren picaduras de garrapata y están en contacto habitual con animales. Es más frecuente en ancianos o inmunodeprimidos.

La fiebre de Crimea-Congo está muy extendida entre animales salvajes y sus garrapatas del occidente peninsular. Su sospecha debe llevar a la declaración inmediata y al traslado en condiciones del paciente a un hospital con garantía de bioseguridad frente a fiebres hemorrágicas.

Los profesionales de atención primaria rural o semirrural son la pieza clave para la vigilancia, diagnóstico precoz y control de las enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas.