Evaluar si el consumo de ácidos grasos poliinsaturados Ω-3 (presentes en pescados grasos y aceite de pescado) y de ácidos grasos Ω-6 (presentes en aceite de girasol) y su incorporación a la placa aterosclerótica avanzada induce cambios que aumentan o reducen, respectivamente, su estabilidad

Ensayo clínico aleatorio, controlado, doble ciego

Hospital del Reino Unido. Población de estudio. Se incluye a 188 pacientes con indicación y en espera de endarterectomía carotídea que aceptaron participar entre mayo de 1997 y diciembre de 1999. Completaron el estudio y fueron analizados 162 pacientes

Se incluye a 188 pacientes con indicación y en espera de endarterectomía carotídea que aceptaron participar entre mayo de 1997 y diciembre de 1999. Completaron el estudio y fueron analizados 162 pacientes

Se aleatorizaron tres grupos para recibir uno de los tres tipos de aceite en cápsulas. Cincuenta y tres pacientes recibieron aceite de pescado, con un aporte de 1,4 g/día de ácidos grasos Ω-3, cantidad similar a la usada en ensayos de prevención secundaria. Otros 52 pacientes recibieron aceite de girasol, con un aporte de 3,6 g/día de ácidos grasos Ω-6 (un 40% superior al de la dieta habitual). Un total de 57 pacientes recibió aceite control, que era una mezcla 80:20 de aceite de palma y soja, proporción habitual de la dieta de los adultos del Reino Unido. La duración de la intervención, similar en los grupos, osciló entre 7 y 190 días (mediana: 42), tras los cuales se realizó endarterectomía carotídea

Se analizó la proporción de ácidos grasos Ω-3 y Ω-6 en las fracciones lipídicas de las placas carotídeas, la cantidad de macrófagos presentes y la morfología de las mismas, según la clasificación de la American Heart Association

La proporción de ácidos grasos Ω-3 en la placa carotídea fue superior en el grupo aceite de pescado (diferencia absoluta en los fosfolípidos, ésteres de colesterol y triglicéridos de la placa, respectivamente: 0,5 g/100 g [intervalo de confianza (IC) del 95%, 0,3-0,7]; 0,4 g/100 g [IC del 95%, 0,1-0,6], y 0,2 g/100 g [IC del 95%, 0,1-0,4] de ácidos grasos totales para el ácido eicosapentanoico, y 0,3 g/100 g [IC del 95%, 0,0-0,8]; 0,4 g/100 g [IC del 95%, 0,1-0,7], y 0,3 g/100 g [IC del 95%, 0,1-0,6] para el ácido docosahexanoico). El aceite de girasol tuvo sólo un pequeño efecto en la composición de ácidos grasos de las fracciones lipídicas. El número de macrófagos en las placas fue menor en el grupo aceite de pescado que en los otros. El grupo aceite de pescado tuvo menos placas con cubierta fibrosa delgada y signos inflamatorios y más placas con cubierta fibrosa gruesa y menores signos inflamatorios que los otros dos grupos (odds ratio [OR]: 0,52 [IC del 95%, 0,24-0,89] y 1,19 [IC del 95%, 1,02-1,57] frente al grupo control; 0,49 [IC del 95%, 0,23-0,90], y 1,16 [IC del 95%, 1,01-1,53] frente al grupo aceite de girasol). La morfología y la infiltración por macrófagos no difirió entre los grupos de aceite de girasol y de control

La incorporación de ácidos grasos Ω-3 a las placas ateroscleróticas indujo cambios que pueden aumentar su estabilidad, lo que podría explicar la reducción de eventos asociada con su consumo. El incremento en el consumo de ácidos grasos Ω-6 no afectó a la composición y la morfología de la placa durante el tiempo de estudio