Vértigos y otros trastornos del equilibrio

El vértigo, definido como una ilusión de movimiento del entorno o del propio cuerpo, originado por la asimetría del sistema vestibular, es un síntoma frecuente, que afecta significativamente a la calidad de vida de las personas. La prevalencia del vértigo a nivel mundial varía según la población estudiada y las definiciones utilizadas. Se estima que, a lo largo de la vida en adultos de 18 a 79 años, es del 7,4%; la prevalencia a 1 año, del 4,9%, y la incidencia a 1 año, del 1,4%, aunque se observa una marcada preponderancia femenina entre los individuos con vértigo.
El vértigo se clasifica en periférico y central, aunque el periférico más común (75% de los casos). Las causas principales del vértigo periférico incluyen el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), la neuritis vestibular y la enfermedad de Ménière.
Entre los síndromes que pueden causar vértigo central se incluyen migraña vestibular, accidente cerebrovascular (el más frecuente), esclerosis múltiple, malformación de Chiari y ataxia cerebelosa.
El vértigo periférico se relaciona con el oído interno o el nervio vestibular mientras que el vértigo central se origina en el cerebro o tronco encefálico.
Desde el punto de vista clínico es, pues, fundamental diferenciar los síntomas y signos que orientan hacia uno u otro origen del vértigo, como el nistagmo o la hipoacusia, la focalidad neurológica o los trastornos de la marcha, entre otros. El interrogatorio clínico, la exploración física y las pruebas complementarias indicadas en cada caso ayudarán a realizar un diagnóstico correcto.
En atención primaria conviene saber que pueden existir síntomas vertiginosos atribuibles a causas farmacológicas, sobre todo si se utilizan medicamentos ototóxicos o con determinados efectos sobre el sistema nervioso central. Esto puede obligar a dejar de prescribirlos, cuando dichos fármacos son prescindibles o pueden sustituirse por alternativas más seguras.
En la práctica, no deben olvidarse otras formas de vértigo o trastornos del equilibrio, como el vértigo de origen cervical, el mareo de la mujer embarazada, el vértigo en el anciano (en general de origen multifactorial), el mareo en jóvenes y adolescentes, el mareo psicógeno y otros trastornos del equilibrio con inestabilidad, algunos de ellos difíciles de diagnosticar.
El diagnóstico del vértigo en Atención Primaria puede realizarse en la mayor parte de los casos. Sin embargo, es importante conocer en qué casos y ante que síntomas de alarma se debe derivar al paciente a un servicio de urgencias o a otros especialistas para su estudio.
El tratamiento depende de la causa. En las formas más frecuentes en la práctica, el uso de fármacos para el tratamiento sintomático y las maniobras de rehabilitación vestibular pueden resultar muy útiles. En otros casos, los menos frecuentes, el tratamiento definitivo puede requerir cirugía o el tratamiento de la enfermedad de base.
Calendario, plazos y términos:
- La actividad estará abierta desde el 9 de abril de 2025 hasta el 8 de abril de 2026
- Una vez iniciado el curso, se dispondrá de cuatro semanas para su realización y de dos intentos de respuesta al cuestionario de evaluación para su superación.
- Las respuestas correctas se publicarán un mes después de la fecha de cierre del curso y el periodo de impugnación será de un mes desde la publicación de estas.
Al acabar este curso usted será capaz de:
- Disponer de los conocimientos necesarios para valorar un síndrome vertiginoso y su posible etiología.
- Diferenciar las manifestaciones clínicas entre los vértigos periféricos y los centrales.
- Realizar una correcta anamnesis y exploración física para establecer una correcta orientación diagnóstica y un diagnóstico diferencial con otros tipos de mareos.
- Identificar los síndromes que pueden causar vértigo central.
- Conocer el enfoque TiTraTe.
- Orientar el tratamiento farmacológico sintomático.
- Conocer las maniobras exploratorias y de rehabilitación vestibular.
- Diferenciar el abordaje en caso de niños y adolescentes, embarazadas, ancianos o pacientes con vértigos psicógenos.
- Identificar los fármacos que pueden provocar síndromes vertiginosos.
- Utilizar los circuitos de derivación de los casos específicos que por su complejidad lo requieran.
¿A quién se dirige esta actividad?
- Médicos de Medicina Familiar y comunitaria
- Médicos de Medicina Física y Rehabilitación
- Neurólogos
- Otorrinolaringólogos
- Geriatras
- Pediatras
- Psiquiatras
- Psicólogos
- Enfermeras de Enfermería Familiar y Comunitaria
Temario:
- Unidad 1. Vértigo
- Unidad 2. Vértigo periférico
- Unidad 3. Vértigo central
- Unidad 4. Otros vértigos
- Unidad 5. Inestabilidad y trastornos del equilibrio