El dolor se describe como una sensación de ardor, hormigueo, dolor sordo o dolor agudo, o dolor punzante, que se acompaña del enrojecimiento de la oreja.

Se describen casos con propuesta mayoritaria de origen primario, y en menor medida, aquellos casos con sospecha de origen secundario.

El diagnóstico se basa en una completa anamnesis y una exploración física, porque no hay pruebas que corroboren el diagnóstico.

El tratamiento hoy en día no es muy esperanzador; se pueden utilizar medidas físicas como el frío local, férulas dentales y manipulación.

Dentro del tratamiento médico, los fármacos más utilizados son los que se usan para tratar el dolor neuropático, como la gabapentina y la amitriptilina, entre otros.