Determinar si una disminución de dosis de corticoides inhalados puede mantener estabilizado al paciente asmático crónico
DiseñoEnsayo clínico controlado aleatorizado, doble ciego, en el que se asigna a los pacientes a un grupo control (GC) y a un grupo de intervención (GI)
ÁmbitoEl estudio se realizó con pacientes de 81 médicos generales, urbanos y rurales de Escocia
Población de estudioTodos los médicos generales del estudio invitaron a participar a sus pacientes asmáticos, diagnosticados al menos un año antes. Se incluyó a personas mayores de 18 años que, tras un período de selección (un mes), recibieron dosis elevadas de corticoides inhalados en el GI y reducción del 50% de CI en el GC. Se excluyó a las personas que precisaran corticoides orales o que hubieran sido atendidas en la consulta de medicina general o del hospital en los 2 meses previos. Se estimó necesaria una muestra de 259 personas (a del 5%; potencia del 80%), para detectar diferencias clínicamente relevantes entre los grupos de, al menos, un 15% en tasas de exacerbaciones
IntervenciónLos pacientes, una vez definida la dosis usual, fueron aleatorizados en 2 grupos: GI (129 pacientes) y GC (130 pacientes). Se procedió a un sistema de enmascaramiento para que el paciente no pudiese conocer las dosificaciones, disponiendo de 2 dispositivos (dosis usual y dosis baja), que en cada grupo eran diferentes. Se definió exacerbacióncomo un episodio que precisaba corticoides orales. Se determinaron todas las visitas realizadas al médico general o a los servicios de urgencias hospitalarios. Los participantes completaron 2 medidas de su estado de salud (St. George Respiratory Questionnaire y EuroQol) en cada visita
Medición del resultadoLos pacientes anotaron diarios de peak-flowdurante la visita de selección y 2 semanas después de cada visita del estudio. Se calcularon grados de control desde 0 (control perfecto) a 8 (muy mal control). Se consideró criterio de buen control un grado de control de 2 o menos o no visitar al médico general o el hospital en la visita previa, y un buen control en el peak-flow. Se llevaron a cabo controles a los 3, 6, 9 y 12 meses
ResultadosEntre mayo de 1999 y octubre de 2001 se aleatorizó a 259 participantes (intervalo de edad: 18-86 años), de los que 212 completaron el estudio (82%). Un 84% del GI y un 81% del GC tenían criterios de buen control. Las exacerbaciones del asma y los eventos relacionados fueron similares en ambos grupos (el 31 frente al 26%, en el GI y el GC, respectivamente). Las escalas de calidad de vida no presentaron diferencias significativas entre ambos grupos. La cantidad anual de corticoides inhalados (beclometasona) entre ambos grupos fue significativamente diferente en media de dosis (390 frente a 517 mg, en el GI y el GC, respectivamente)
ConclusiónLa adopción de estrategias de reducción en la terapia de corticoides inhalados es útil, no compromete el control y evita los efectos secundarios de esta terapia
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