Comparar la eficacia al año de una dieta baja en hidratos de carbonos y una dieta hipocalórica convencional de adelgazamiento.

Ensayo clínico aleatorizado con evaluación a los 6 meses (publicado previamente) y al año.

Consultas externas de un centro médico en Filadelfia (Estados Unidos).

Ciento treinta y dos obesos ambos sexos (un 80% varones) mayores de 18 años (edad media, 55 ± 9 años), con un índice de masa corporal (IMC) ≥ 35 kg/m2 (media, 44 ± 7 k/m2), un 55% de ellos afroamericanos. Criterios de exclusión: enfermedad hepática, medicación o programa para adelgazar, creatinina > 1,5 mg/dl, enfermedad invalidante o incapacidad para automedición de glucosa capilar. El 83% presentaba síndrome metabólico o diabetes mellitus; el 49%, hiperlipemia; el 16%, enfermedad coronaria, y el 60-75%, HTA.

Sesenta y cuatro pacientes recibieron consejo para restringir su ingesta de hidratos de carbono a menos de 30 g/día (dieta baja en hidratos de carbono) y 68 para reducir en 500 kcal su ingesta diaria con < 30% de las calorías proveniente de las grasas (dieta convencional). La tasa de abandonos fue del 31 y el 37%, respectivamente.

Cambios de peso, valor de lípidos, glucemia, sensibilidad a la insulina y presión arterial. Se realizaron cálculos con los casos que completaron el estudio (variables metabólicas) y con todos.

Al año de tratamiento, la disminución de peso fue de 5,1 ± 8,7 kg en el grupo bajo en hidratos de carbono y de 3,1 ± 8,4 kg en el de dieta convencional, pero sin diferencias entre los grupos (p = 0,2). La ingesta calórica en la dieta convencional disminuyó en 97 ± 1.067 kcal/día (de 1.919 a 1.822 kcal/día) y la baja en hidratos de carbono disminuyó en 510 ± 1.187 kcal/día (de 1.972 a 1.462 kcal/día); las calorías ingeridas fueron similares en ambos casos. La ingesta de proteínas no difirió entre grupos. Con la dieta baja en hidratos de carbono los triglicéridos disminuyeron más (55 mg/dl) y el colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad (cHDL) menos (3 mg/dl) que con la dieta convencional. Entre los diabéticos (n = 54), la hemoglobina glucosilada (HbA1c) bajó más con la dieta baja en hidratos de carbono (el –0,7 frente al 0,1%). El colesterol total y el colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (cLDL), la creatinina, la presión arterial y la sensibilidad a la insulina no variaron significativamente en ningún grupo.

Al año de seguimiento, la disminución de peso de la dieta baja en hidratos de carbono no difiere de la dieta convencional, pero los efectos sobre los triglicéridos, el cHDL y el control metabólico de la diabetes es más favorable.